Victoria histórica de la Arandina en casa ante el Atlético Astorga, título de liga y ascenso directo para el conjunto de Álex Izquierdo
Triunfo de autoridad de la Arandina ante el Atlético Astorga e irrupción con paso firme de la entidad ribereña en la Segunda RFEF. Resultado histórico a orillas del Duero por ser la primera vez que los blanquiazules lograban un ascenso en casa, y explosión viva de felicidad al término de la contienda entre los casi 3.000 espectadores que asistieron al hito en la tarde de este domingo al otrora Montecillo, ahora Juan Carlos Higuero.
Encuentro sufrido por el resultado y el ímpetu maragato tras la reanudación, pero salida inmaculada de los futbolistas arandinos que, de primeras, doblegaron al conjunto visitante con las meteóricas subidas por banda tanto de Andrés como de Zazu a la apertura del crono. Estiletes afilados ambos por los laterales desde los que llegaría el primigenio peligro local en los compases de arranque, pero que sobretodo, servirían para propiciar, antes del minuto cinco de juego, la primera jugada clave de la tarde.
Acción antirreglamentaria en área leonesa y penalti que, por desgracia para intereses arandinos, marraría Pesca hasta en dos ocasiones (lanzamiento y rechace), fruto del acierto de Sergio García bajo palos. Un error fortuito que parecía querer repetirse en el tiempo tras lo visto siete días atrás en El Helmántico, pero que no sólo no serviría para sacar la Arandina del partido, sino que le estimularía para reaccionar y querer buscar ahogar a su rival con llegadas tanto por dentro como por fuera sobre el césped.
Ahora bien, el Astorga no era segundo en la clasificación por nada y eso mismo iba a tratar de demostrar al obligar a Zazu primero, y a Jara después, a solventar la papeleta de peligro cuando, alcanzado el minuto 20 de partido, parte de la grada ya se preparaba para lamentar el gol fruto de dos ocasiones visitantes prácticamente seguidas.
Poco más tarde, en el 26, llegaría la contraparte local y primera explosión de alegría del día. Centro desde la derecha pegadito a la línea de cal, e irrupción del ariete riojano Manu Calvo en el corazón del área para rematar de cabeza y batir, con cierta incertidumbre, eso sí, al meta rival tras una estirada forzada. 1-0.
Con el tarro de las esencias abierto, no tardaría el equipo en volver a golpear. Y es que, apenas se habían sentado los aficionados en sus asientos tras la celebración del tanto, una nueva acción local; ésta vez en botas de Zazu en un saque de esquina, iba a acertar a transformarla en el segundo de la tarde el central sevillano Jaime al aprovechar y meter la puntera en el segundo palo para beneficiarse de un rechace rival. 2-0 y horizonte despejado.
Volvería a tratar de sorprender la Arandina a cinco para el paso por las duchas con una acción de Zazu en una colada tras combinación con un compañero, pero el meta maragato, con brazo abajo y bien pertrechado toda la tarde, negaría la mayor al capitán blanquiazul.
Ya tras el descanso, acelerón leonés y varios minutos de agobio para los de la capital ribereña. Primero, por una acción leonesa apenas transcurridos cinco del segundo acto que el propio Zazu salvaría bajo palos; segundo, tras un fallo en una salida de balón del propio capitán que sería aprovechado por un rival, y que bloquearía Jara en primera instancia, pero que obligaría también a Pesca a materializarse en última instancia sobre la línea de cal para evitar la tragedia. Era la hora de partido.
Poco después Vitolo desde la frontal y después una muy buena serie de acciones en la parcela ancha, y Manu, tras asistencia éste del recién ingresado Pedro, ejecutadas las primeras ventanas de cambios, se encargarían de cerrar la dupla de ocasiones burgalesas previas al tanto del honor del Astorga, que serviría para meter cierto miedo en el cuerpo a la parroquia local. Y es que restaban aún diez para el final del encuentro, y lo cierto era que los de José Luis Lago, pese a todo y contra todo pronóstico ya, seguían arreciando por momentos en sus acometidas sobre el arco de Jara.
Aún así, el resultado ya no se movería más. Y ni el cuadro leonés por mediación de Madou, ni la Arandina, en botas de una peligrosa falta directa que Pesca se encargaría de ejecutar y Sergio García de despejar, volverían a menear por cuarta vez el electrónico.
Al final, pitido del colegiado palentino tras cuatro de añadido, victoria de campanillas para el conjunto blanquiazul, tres puntos de oro, título de liga -el segundo-, y ascenso de categoría en casa ante una afición propia entregada, que sirve para convertir a la entidad ribereña en equipo de 2da División RFEF. Historia deportiva arandina en una tarde de Domingo de Resurrección soleado y caluroso, y que bien valió vivirse a pie de campo. ¡Gracias a todos, chicos!
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