El pasado domingo fue cara y esta vez ha tocado la cruz. El fin de semana pasado tocó la alegría, ahora los blanquiazules vivieron un final cruel. Así es el fútbol. La Arandina se ha abonado a los finales de infarto en estos últimos encuentros. En el Adolfo Suárez ganaba por 0-1 en el tiempo de descuento y prácticamente en la última jugada del partido, justo en el minuto 96, llegaba el tanto del empate para el Real Ávila, obra de Carlos Pascual. Un auténtico jarro de agua fría que echó abajo el gran trabajo realizado por el equipo de Álex Izquierdo durante todo el choque. De hecho el portero Brian se convirtió en uno de los héroes del partido con varias paradas de mérito a disparos blanquiazules. Tras una primera parte igualada y con varias ocasiones de gol en ambas áreas, fue Carlos Sagués el que adelantaba a la Arandina cuando se había cumplido un cuarto de hora de la segunda. Un gol que valía su peso en oro en un campo muy complicado. La Arandina había corregido muchos errores, sobre todo a la hora de proteger su portería y con un destello de uno de sus hombres de calidad se había puesto por delante. A partir de ahí el Real Ávila se volcó en busca del empate pero los blanquiazules supieron resistir de forma sólida todas y cada una de las acometidas abulenses. Javi de Mesa y Ramiro tuvieron dos ocasiones claras y también la Arandina a la contra pudo incrementar su ventaja. El partido parecía abocado a la segunda victoria de la Arandina pero llegaría ese gol postrero de Pascual que llevaba el 1-1 definitivo al marcador. Ya no habría tiempo para más.
Lo importante es que la Arandina sigue mejorando y demostrando que va a más tras caer derrotada 3-0 en Miranda. Cuatro puntos y sensaciones muy buenas después de estar a punto de asaltar el Adolfo Suárez. La próxima prueba es otro derbi. El Burgos Promesas el domingo en el Montecillo a las 17.00 horas. Oportunidad para seguir progresando en la tabla.
Fuente: Andrés Martín
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