Tropiezo blanquiazul en casa frente a un Valladolid B que supo aprovechar a la perfección sus oportunidades
La Arandina volvió a caer por segunda vez consecutiva en casa esta temporada. El conjunto de Álex Izquierdo no pudo brindar la victoria a su afición en el primer derbi regional del curso, pero dio buenas sensaciones al público congregado en el estadio, en la mejor entrada hasta la fecha del Juan Carlos Higuero.
Y eso que la primera mitad comenzó de manera más que positiva para los de la capital ribereña. Con un cuadro blanquiazul bien plantado, y triangulando por dentro en la repetición sobre el césped del once inicial que la semana pasada lograra traerse los tres puntos de Torrelavega. Un escenario que pronto propiciaría la primera ocasión de peligro local sobre el arco de Picón con gol de Átomo, pero que sería anulada por el colegiado del encuentro al interpretar fuera de juego del atacante ribereño.
La decisión sería protestada cayendo como un jarro de agua fría en la Arandina. Un escenario contrariante que se agravaría sin precedentes poco después en el tiempo al sacarse un latigazo aislado desde la frontal del área Verde para desequilibrar el electrónico en favor visitante. 0-1.
Tocaría remar nuevamente. Y, aunque en esas aguas se maneja bien la Arandina esta temporada porque es un equipo batallador como pocos, la situación volvería a considerarse, como no podía ser de otra manera, adversa de inicio.
Bien es cierto que el mal no duraría mucho. Tanto, que avisaría el conjunto de Álex Izquierdo apenas dos minutos después como antesala del empate. Lo haría Átomo con Frodo, muy activo en el primer acto, al servicio. Tras ello, las tablas se restablecerían. El encargado, Haji tras embolsar un balón al palo del propio Frodo para batir a Picón. 1-1. Con equilibrio en el luminoso, y una Arandina volcada completamente al ataque, terminarían los primeros 45 minutos.
Tras el asueto la tónica del encuentro se repetiría. Mejor salida del cuadro local al césped, y oportunidad de Frodo para amartillar la portería blanquivioleta que frustraría Picón. Corría la hora de juego.
El destino, no obstante, iba a ser cruel con el equipo ribereño y sus méritos acumulados de ahí en adelante. Y es que, a escasos 20 minutos para el final, una acción de estrategia en un saque de esquina iba a propiciar que Tito, libre de marca en el primer palo, consiguiera batir a Jara de fuerte disparo. 1-2 y agonía tras los carruseles de cambios en pos del empate. Por errores propios fruto de una nueva cuesta arriba, pero también por el nerviosismo creciente ante un cuadro visitante que derrocharía tiempo en forma de pérdidas hasta el pitido definitivo, y que acabaría terminando por llevarse los tres puntos de orillas del Duero a las del Pisuerga.
Lo dicho. Derrota injusta sobre el césped, pero así es el fútbol y más en esta categoría, heredera espiritual de la Segunda B. Ahora toca levantarse y seguir. Queda mucha liga y las victorias seguro volverán pronto al seno de la familia blanquiazul. Próxima semana, Langreo: escenario duro, pero nueva oportunidad para resarcirse. ¡Vamos Arandina!
Sala de prensa
Así valoró la derrota Álex Izquierdo en la rueda de prensa post partido.
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