La Arandina se repuso a un gol de penalti inexistente y remontó antes de descanso. El la segunda mitad, el equipo no cerró el partido y acabó cediendo, ante un rival más intenso en los últimos 10 minutos.
Esto es la Segunda RFEF. Una categoría muy complicada en la que si perdonas, lo acabas pagando muy caro. Si a eso, le sumamos un grosero error arbitral en contra, es muy complicado ganar a domicilio.
Desde el comienzo del duelo, Deportivo Fabril y Arandina ofrecieron un partido vistoso y con ocasiones, a los asistentes a Abegondo. Abrió las hostilidades Kevin Manzano, con una internada desde la izquierda que finalizó con un derechazo cruzado que salió fuera por muy poco.
La réplica deportivista fue contundente, con una acción de Jairo que detuvo Jara y un balón al corazón del área que terminó con un penalti, que sólo el colegiado vio. Diego Gómez transformó la pena máxima, a los 10 minutos, poniendo el partido cuesta arriba.
Se repusieron los ribereños, que empezaron a generar peligro, e igualaron el encuentro gracias a un magistral libre directo de Pesca, que se coló por la escuadra local.
Tras el empate, ida y vuelta con intercambio de golpes por ambos conjuntos. El cancerbero Brais salvó a los suyos desbaratando dos Buenos remates de Frodo y Gonzalo. Poco después, Jara ganó un mano a mano a un atacante coruñés.
Cuando expiraba el primer acto, una internada de Haji acabó en botas de Gonzalo, que fusiló la meta de Brais para poner el 1-2.
Tras el paso por los vestuarios, Gonzalo pudo cerrar el partido pero su lanzamiento con rosca se fue lamiendo el palo local. Tres minutos más tarde, Kevin confirmaba la buena salida arandina con un disparo seco que estuvo cerca de convertirse en el tercero. También la tuvo Frodo, que cabeceó demasiado cruzado un centro desde la derecha. Incluso Kevin pudo marcar, casi sin querer, con un centro cerrado que golpeó el travesaño.
Los cambios en las filas del Fabril mejoraron al equipo, que empezó a estirarse con peligro. Un gol anulado por fuera de juego y un remate de Kevin Sánchez fueron el preludio del gol del empate. Falta de intensidad en la defensa de un saque de banda intrascendente, en el carril derecho, que acabó con un centro pasado que remató Diego Gómez.
Jarro de agua fría para el equipo, que sin embargo, pudo desequilibrar la contienda por mediación de Ayoub. Sí que iban a lograrlo los de casa, por mediación de Jairo, que aprovechó una acción con algo de fortuna para voltear el resultado.
En la última acción del partido, Kevin estrelló el balón contra el lateral de la red. Una lástima.
Derrota inmerecida y cabeza puesta en el partido del próximo sábado, en el Juan Carlos Higuero, frente al Racing Villalbés.
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