LA MASA SOCIAL BLANQUIAZUL

ACF. La afición arandina siempre ha demandado tardes de fútbol a orillas del Duero. Primero en el antiguo campo municipal de la Virgen de las Viñas y, después, ya en el Estadio municipal El Montecillo (ahora renombrado como complejo deportivo Juan Carlos Higuero). Una masa social incondicional ésta que ha arropado al club en los buenos y los malos momentos y sin la que, como es obvio y realidad para cualquier entidad deportiva, nada de lo hecho hasta ahora tendría sentido.
En cuanto a su representatividad, cabe decir que la marea blanquiazul ha pasado por distintos momentos a lo largo de la historia del equipo: desde los pocos centenares en su origen, hasta su reciente techo con la primera participación de la Arandina en Segunda División B en el curso 2011/2012, registrando aquel año cerca de 1.400 socios en su censo. Ahora, tras varias temporadas difíciles y con una pandemia de por medio, el equipo ribereño quiere volver a reverdecer viejos laureles y, creciendo en lo social en las últimas campañas, las aspiraciones de la entidad, tanto a nivel deportivo como social, son meridianamente claras: intentar superar ese histórico registro como techo.